Un agujero de gusano o un puente de Einstein-Rosen es un
atajo o túnel en el espacio y el tiempo que, según la teoría de la relatividad
general de Einstein, es posible en la naturaleza.
El agujero consistiría en dos o más entradas conectadas a un
único túnel que permitiría a la materia ir de una de las entradas a otra.
Su proceso de formación es prácticamente el mismo que el de
un agujero negro, una estrella de grandísima masa muere y en vez de explotar
expulsando toda esa materia y energía, se comprimiría implosionando y formando
un agujero de gusano. Por tanto, a grandes rasgos, sería como un tipo de
agujero negro que en vez de desintegrar la materia, la transportaría.
El primero en hacer referencia a su posible existencia fue
Ludwig Flamm en 1916, mientras actualizaba y postulaba teorías sobre la cuarta
dimensión física (el tiempo). Ese mismo año Einstein postulaba su teoría de la
relatividad, que daría pie a creer que existían.
Según las diversas teorías habría dos tipos de agujeros de
gusano, uno que iría de un punto a otro del universo como un túnel espacial y
otro que permitiría ir de un universo a otro distinto. También se estipula que
no todos podrían atravesarse o que podrían ser unidireccionales.
El transporte de un lado a otro no tiene por qué ser en el
mismo tiempo, podría viajarse al pasado o al futuro, aunque el tiempo seguiría
su curso, es decir, que para una de las entradas el tiempo va más rápido que
para otra, pero siempre avanza, por lo que si volvemos por la misma entrada
iremos a un tiempo más avanzado del que vinimos. Por ejemplo, si entramos por
una en 2010 y nos lleva a 2005, si volvemos a entrar por la segunda en 2010,
saldremos por la primera en 2020.
Hasta la fecha no se ha podido localizar ninguno ni
verificar o descartar la existencia de los mismos.
Fuente: Wikipedia - Agujero de gusano
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