El Dorado es una leyenda sobre un lugar en el que el oro era tan común que se utilizaba hasta para pavimentar las calles. Se suponía estar en lo que antes era Nueva Granada (Norte de Sudamérica y parte de Centroamérica).
El mito se originó cuando los conquistadores conocieron a los Muiscas, quienes ofrecían oro y joyas a los dioses al investir a un nuevo cacique mientras este estaba cubierto de oro en polvo. Para los conquistadores, esto representaba que para ellos, el oro era algo común por lo cual, unido a rumores de otros lugares, surgió la idea de la ciudad de oro.
La ceremonia se realizaba por varios de los pueblos de la zona, que arrojaban estas ofrendas a lagunas. Los conquistadores, una vez se quedaron con las tierras, buscaron desesperadamente las minas de oro e incluso, intentaron drenar las lagunas. Nada de esto dio sus frutos, ya que los pueblos indígenas, compraban el oro a las naciones vecinas.
Fueron varias las expediciones en busca de la ciudad de oro, entre las que destacan las de Francisco de Orellana y Gonzalo Pizarro por su gran cantidad de pérdidas humanas al viajar por el Amazonas sin experiencia y pocas provisiones. El primero de los dos, avanzó más y descubrió el río Amazonas.
En expediciones posteriores se descubrieron poblaciones en el Amazonas e incluso caminos incas adornados con piedras talladas.
Las lagunas de Guatavita y la de Siecha, fueron las más exploradas e investigadas en busca de la mítica ciudad, al ser en las que se realizaban las ofrendas.
La imagen se corresponde a una figura de oro muisca encontrada cerca de la primera laguna representando la ceremonia.
Fuentes: Wikipedia - El Dorado
Wikipedia - Balsa muisca
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