Frank Whittle (Inglaterra, 1907 - EEUU, 1996) fue un
ingeniero aeronáutico conocido por inventar el turborreactor a la par que Hans
von Ohain pero de forma independiente.
Nació en el seno de una familia de clase media-baja. Su
padre era un hábil mecánico con bastante capacidad inventiva.
Debido a las dificultades económicas dejó los estudios e
ingresó en la escuela de la Royal Air Force. Sus maquetas de aviones y sus
altas capacidades en matemáticas hicieron que sus oficiales lo recomendaran
para entrar en la escuela de oficiales. Dos años más tarde se graduó con una
tesis que demostraba que para lograr alcanzar mayores velocidades y mayor
altura de vuelo tendrían que dejar de lado los aviones de hélices y optar por
lo que sería el termorreactor.
Un año más tarde, desarrolla el concepto de turborreactor y
se lo envía al oficial encargado de las patentes que, sin mostrarle mucho
interés se lo manda a la oficina de la comandancia, que por diversas razones no
llegan a verlo. Si en vez de pasarlo a la comandancia hubiera visto con más
detalle el diseño, puede que se hubieran desarrollado los turborreactores mucho
antes. Al ver que no recibía respuesta, mejoró el diseño transformándolo en lo
que hoy se conoce como turborreactor y se lo envió directamente al Ministerio
del Aire. El Ministerio le dijo que no era viable y descartaron el proyecto así
que él patentó el diseño por su cuenta.
Frank era un gran piloto, fue ascendiendo rápidamente dentro
del ejército y fue el encargado de probar varios diseños por las diversas bases
militares a las que lo trasladaban. Allí por donde iba mostraba su diseño, pero
a nadie parecía interesarle.
Un día intentó que el Ministerio le pagase el dinero de
renovar la patente, ya que él no podía, pero el Ministerio se negó. Poco
después, un viejo compañero e ingeniero aeronáutico le envió una carta para
quedar con él y otro ex-miembro de la Royal Air Force para tratar el tema de la
patente, ya que les interesaba. Los tres pagaron la renovación y fundaron la
Power Jets Ltd con ayuda de un banco que se quedó el 51 % de la empresa. Su
proyecto empezó a dar sus frutos y construyeron su primer prototipo, pero
empezaron a tener dificultades económicas y, aunque varias entidades
aeronáuticas de gran relevancia empezaban a interesarse por el proyecto, el
Ministerio seguía sin interesarse, por lo que el dinero venía por cuentagotas
por parte de otras fuentes.
En este momento, en Alemania, Hans von Ohain terminaba su prototipo
y construía el primer avión a reacción. Si Frank hubiera recibido la atención
que se merecía, hubiera tenido un avión funcionando mucho antes.
Todo cambió al inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando
el Ministerio buscaba aviones más rápidos y contactaron con varias empresas
líderes para ello y una de ellas, contactó con Frank y sus socios para
introducir su diseño en los aviones. Tras demostrar su utilidad, buen
funcionamiento y obtener el reconocimiento que debía, Frank fue enviado a EEUU
para ayudar en el principal proyecto Aliado.
En 1943 Winston Churchill nacionaliza las empresas con
proyectos sobre el turborreactor como la Power Jet para ayudar a su desarrollo
con fondos estatales, lo que impulsa la industria.
A los cuarenta años se retira del ejército y por sus
servicios le otorgan una gran suma de dinero y lo nombran caballero.
Trabaja en diversas empresas como ingeniero hasta que se
retira a Estados Unidos.
Fuente: Wikipedia - Frank Whittle (en)
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