Tula

Tollan-Xicocotitlan (Tula en castellano), fue la capital y primera ciudad tolteca. Fue fundada en siglo X, aunque hay evidencias de asentamientos y poblados en la zona desde el siglo II. Fue abandonada tras un periodo de decadencia y un incendio en el siglo XII, aunque los aztecas, posteriormente, edificaron a su alrededor. Estaba ubicada entre varios depósitos de obsidiana y alabastro, así como en la ruta comercial de turquesas.
Durante la decadencia de Teotihuacan (siglo VIII), varios pueblos se unieron creando diversas culturas que conformarían, entre otras, la tolteca. Durante esta etapa, se creó un asentamiento, que fue creciendo hasta convertirse en una pequeña ciudad de la recién nacida cultura tolteca.
Tras un incendio, en el siglo IX, se creó la ciudad de Tula propiamente dicha, que se convertiría en el centro político, comercial y militar más importante de Mesoamérica. Durante esta etapa, la influencia tolteca se extendió y se mezcló con el de otras etnias conformando así un estilo multicultural que perduraría tras la decadencia y desaparición de la cultura tolteca. La ciudad llegó a albergar a 55.000 habitantes durante su mayor apogeo.
En el siglo XII, la ciudad empezó a decaer, primero la gente empezó a marcharse y luego parte de la ciudad fue incendiada. Todo ello, en parte, por culpa de un gobierno legitimado por los dioses que entró en disputa con otro sector de la élite por el poder de la ciudad. Estos conflictos internos acabaron arruinando la ciudad y, a modo de ritual, parte de las edificaciones fueron quemadas.
El ocaso no solo le afectó a la ciudad, los territorios adyacentes también se vieron afectados y la población empezó a dividirse en grupos pero manteniendo la cultura que tenían, lo que explica que civilizaciones posteriores tuviesen características similares.
Tras el ocaso, la ciudad fue ocupada por los aztecas, que edificaron a su alrededor y se llevaron varios monumentos a su capital como muestra de la importancia que tuvo para los aztecas.
La base económica de la ciudad era el comercio. Así pues, comerciaba con cal, obsidiana, basalto y riolita, obteniendo así los recursos que necesitaba.
La arquitectura de la ciudad fue algo completamente nuevo en mesoamérica al introducir columnas talladas como medio de sujeción o salientes en sus pirámides para sujetar el revestimiento decorativo. Estas características han dado mucho que pensar ya que era una característica de las ciudades mayas.
Una de sus edificaciones más reconocibles son Los Atlantes de Tula, las columnas talladas con formas antropomórficas de la pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli, en honor a Quetzalcóatl. Esta está adornada con las primeras representaciones de Tezcatlipoca, ya que se cree que fue en esta ciudad donde surgió su culto. También contiene columnas de piedra talladas con la forma de Quetzalcoatl.
El Palacio Quemado es otro de sus edificios emblemáticos que muestran el estilo basado en columnas y pudo haber sido un lugar de reunión, ya que no dispone de habitaciones para ser considerado un palacio.

La otra edificación emblemática es el Coatepantli, un muro que rodeaba el recinto sagrado adornado con detalles míticos como serpientes de los que salían esqueletos.

Fuente: Wikipedia - Tollan-Xicocotitlan